Transfusiones de amor
Transfusiones de amor
Me preguntas qué es eso de la familia. Sobre el tema reina una confusión enorme, especialmente por nuevas leyes que aparecen aquí y allá. Por eso no resulta nada fácil darte una respuesta. Pero vamos a probar, a ver si llegamos a buen puerto.
Los seres humanos son parte del misterio de la vida que desde hace miles de años llena de variedad y dinamismo el planeta tierra. Hombres y mujeres nacen, crecen y mueren. Aparentemente, según leyes parecidas a las que siguen los pinos y los cangrejos, los jilgueros y las ballenas.
Me preguntas qué es eso de la familia. Sobre el tema reina una confusión enorme, especialmente por nuevas leyes que aparecen aquí y allá. Por eso no resulta nada fácil darte una respuesta. Pero vamos a probar, a ver si llegamos a buen puerto.
Los seres humanos son parte del misterio de la vida que desde hace miles de años llena de variedad y dinamismo el planeta tierra. Hombres y mujeres nacen, crecen y mueren. Aparentemente, según leyes parecidas a las que siguen los pinos y los cangrejos, los jilgueros y las ballenas.
Los niños acaban de salir de la escuela. Corren, en grupos desorganizados, hacia el parque. En un instante organizan sus juegos, en medio de un griterío lleno de entusiasmo.
Juanito, Sandra, Pepe, Alfonso, Felipe, Jimena, Marifer, corren entre los árboles, saltan en los jardines. Cada uno se identifica por un nombre, un mote, y unos apellidos. Cada uno tiene una historia, una vida maravillosa, el cariño de sus padres. Cada uno fue un día (¿dejó alguna vez de serlo?) producto de una concepción.
Los adolescentes y los jóvenes son un mundo en ebullición. Los cambios físicos se unen a los cambios sociales. La psicología atraviesa numerosos conflictos a la hora de adaptarse a los nuevos horizontes y a las alternativas abiertas ante la vida de cada adolescente.
Hay dos características en los adolescentes y jóvenes que tienen un gran peso a la hora de tomar decisiones que luego pueden dejar muy marcada toda la existencia futura.
“Mi padre es grande, grande de verdad, cada vez que se convierte nuevamente en un niño”. Así cantaba un coro infantil en un festival no hace mucho tiempo. Y es que dentro de cada padre, de cada madre, se esconde siempre el haber sido un niño. A veces sale a la luz este “niño escondido”. Otras veces ese niño permanece oculto, invisible, pero no por eso deja de estar allí.
La vida moderna no es nada fácil. Parece que el progreso, en vez de facilitar, ha creado nuevas dificultades, ha sembrado de dificultades la vida familiar, especialmente por lo que se refiere a la figura del padre.
Toda guerra implica un drama. Unos hombres luchan contra otros hombres, con o sin motivos válidos, para imponerse por la fuerza. En muchas guerras aparecen, entre los soldados más o menos jóvenes, algunos niños que cargan un fusil, tal vez una ametralladora, o simplemente cartucheras de repuesto.
Hace 4 años dos jóvenes se casaron. El amor hizo que rompiesen las amarras de lo conocido y se lanzasen a la aventura emocionante del vivir juntos, con el compromiso del “para siempre” que sólo son capaces de dar los que se aman. Dos años después nacía una encantadora niña. Cuando la niña cumplía sus dos años, los esposos estaban separándose. ¿Por qué? Cuando le preguntaron eso al esposo y papá, respondió, no sin un deje de tristeza y de fracaso, con estas palabras: “No soy capaz de comunicar con mi esposa, no tenemos nada que decirnos”.