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Padre Fernando Pascual L.C.

El anillo de oro

El anillo de oro

Una niña de nueve años expresa con el canto su felicidad, su gozo de poder salir a pasear con su padre. Le impresiona especialmente algo que toca entre los dedos de papá. Algo que nunca se quita, que lleva en la ciudad y en el campo, cuando va al trabajo y cuando recoge los juguetes de los niños. ¿De qué se trata? De un anillo de oro.

Educación y deseducación sexual

Es posible explicar lo que es el sexo de muchas maneras. Una, por desgracia, aparece cuando menos lo esperamos en un programa de televisión. Otra puede ser ofrecida en una escuela, bajo las indicaciones de la Secretaría de Educación. Otra, puede darse en casa, por los papás o los hermanos mayores. Otra, se puede recibir en la calle, entre los amigos, en una taquería...

Desde luego, hablar de "educación sexual" implica algo más que explicar lo que es el sexo.

Educar en el respeto

Los niños y los adolescentes son un volcán de inquietudes que necesitan ser encauzadas a través del proceso formativo.

En muchos casos, los hijos reciben (alguno dirá “tenían”) una buena base educativa familiar que facilita la integración en la escuela, un sano autocontrol, una disciplina en la que el respeto hacia los demás (los coetáneos, los mayores, los más pequeños) resulta suficientemente maduro.

Educar a alguien, educar para algo

"No te metas las manos en la boca". Con esta sencilla frase se pueden buscar varios objetivos. Algunos papás simplemente quieren evitar que el hijo "digiera" microbios potencialmente peligrosos. Otros buscan que no se deforme los dientes. Otros, simplemente, que no adquiera un hábito que puede ser mal visto en la vida social. Habrá quien da esta sencilla orden sólo porque "así me enseñaron mis padres".

Educación y laicidad

Hay dos modos antagónicos de concebir la educación de la infancia y adolescencia. El primero afirma, como punto de partida, que la familia es el núcleo fundamental de la vida social. En cuanto núcleo, está llamada a ofrecer a los hijos la educación básica respecto a los principios con los que podrán formar su conciencia e integrarse así en la vida social.

Amar a los hijos, amar a los padres

El amor en familia no es algo descontado. La experiencia cotidiana nos muestra cómo existen padres que no atienden bien a sus hijos, o hijos que olvidan las obligaciones que tienen hacia sus padres (padrs ancianos y no tan ancianos).

Por eso resulta tan importancia promover el amor en casa, precisamente para que el cariño se convierta en la base de las relaciones familiares, desde arriba hacia abajo y desde abajo hacia arriba.